sábado, 27 de octubre de 2012

Aumenta escándalos en gobierno de Obama por ataque a misión diplomática en Libia





New American
Traducción por Ivana Cardinale

27 de octubre de 2012.- Con explosivas nuevas revelaciones que surgen casi cada semana, continúan aumentando los escándalos de la administración Obama que rodean el mortal ataque del 11 de septiembre contra una misión diplomática estadounidense en Libia y el asesinato del embajador Christopher Stevens.

Recientemente, correos electrónicos oficiales mostraron que la Casa Blanca fue informada de que había un potencial ataque terrorista horas después que el ataque comenzó, exponiendo contradicciones alarmantes en el relato falso vendido por el presidente Obama y varios oficiales durante días.

Según documentos obtenidos por varias organizaciones de noticias, el Departamento de Estado emitió un alerta sólo horas después del comienzo del ataque señalando que un grupo terrorista vinculado a Al Qaeda se había atribuido la responsabilidad del mismo. La Casa Blanca, el FBI, el Pentágono y otras agencias gubernamentales estaban todos al tanto de las alertas.

“Ansar al-Sharia se responsabiliza por el ataque”, decía el título de un correo electrónico enviado mientras el asalto mortal todavía estaba ocurriendo. “La embajada de Trípoli informa que el grupo se atribuyó la responsabilidad a través de Facebook y Twitter y han hecho un llamado para atacar la embajada de Trípoli”. El grupo islamista en cuestión tiene conocidos vínculos con Al Qaeda y estuvo profundamente involucrado en la invasión a Libia respaldada por Obama.

Otros dos correos alertas enviados durante el asedio también sugirieron que el incidente era otra cosa menos una protesta que salió mal. Uno de los correos, titulado “Misión Diplomática de EE. UU. en Benghazi Bajo Ataque”, indicó que la embajada estadounidense en Trípoli informó que aproximadamente 20 personas dispararon, también se han escuchado explosiones”. El mensaje también indicó que una milicia local estaba suministrando apoyo en seguridad.

Por otro lado, el jefe de la estación de la CIA en Libia informó dentro de las 24 horas del ataque a la misión diplomática que la evidencia apuntaba a militantes islámicos y no a manifestantes, expresaron funcionarios de EE. UU. a la agencia Associates Press. La evaluación de la CIA fue recogida por declaraciones de testigos y fue enviada a Washington D.C. casi de inmediato.

A pesar de todo eso, numerosos altos funcionarios falsamente insistieron durante una semana que el mortal ataque fue simplemente el resultado de una protesta por un crudo video antislámico en You Tube. El vocero de la Casa Blanca Jay Carney y la embajadora de EE. UU. ante la ONU, Susan Rice, repetían tanto la falsa narrativa una y otra vez, al menos hasta que la mentira fue expuesta.

Antes de las últimas revelaciones, múltiples informes también indicaron que los mercenarios “rebeldes” islamistas y líderes de Al Qaeda amados y financiados por la administración Obama para derrocar el gobierno de Gaddafi, incluso puede estar implicado en el asesinato del embajador.

Algunos funcionarios de inteligencia citados en informes de noticas, han apuntado el dedo a Abu Sufian Ibrahim Ahmed Hamuda bin Qumu, un exdetenido en Guantánamo que fue liberado en Libia y se convirtió en lo que analistan describen como un “aliado de clase” en el intento de derrocar a Gaddafi .

Fuentes citadas por el jefe de la oficina de WorldNetDaily de Jerusalem, Aaron Klein, dijeron que el embajador Stevens estaba utilizando el complejo en Benghazi para trabajar con diferentes dictaduras árabes en un esfuerzo para reclutar yihadistas. Los reclutados islamistas debían ayudar a los poderes occidentales y a las dictaduras musulmanas sunitas en la lucha contra el gobierno de Bashar al Assad en Siria, una estrategia similar para la conspiración utilizada para derrocar a Gaddafi en Libia.

“El embajador Stevens estaba directamente involucrado en armar a los mercenarios”, informó Klein, citando a funcionarios de seguridad egipcios que afirmaron que Stevens jugó un “papel central” en el reclutamiento de islamistas para lanzar una “Yihad” en Siria en contra de Assad. Según las fuentes de Klein, el embajador estadounidense tambén sirvió como contacto clave con el régimen saudí para coordinar el reclutamiento de combatientes islámicos. Los yihadistas reclutados en Libia y el norte de África fueron enviados a Siria a través de Turquía.


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